Nueva
ciudad, nueva casa, era un nuevo capítulo que debía escribir en la historia de mi
vida y parecía que la tinta no quería salir de la pluma. Tal vez sea porque se
trataba de mi sexta mudanza y ya no encontraba hojas en blanco para volver a
empezar, rescribir un nuevo capítulo.
No me
he cambiado de casa por el propio gusto de mudarme, soy muy apegada a las
rutinas y salirme de la zona de comfort puede llegar a alterarme, pero he
tenido que cambiar de aires, hasta ahora en 6 ocasiones, por razones de índole
social. Siempre he sido una persona cerrada y apegada a mis costumbres y
creencias, muy pocas veces dejo entrar en mi vida a gente extraña y con
diferentes ideas que las mías, por esto que no he logrado mantener ninguna
relación por más de dos meses. Es cuando realmente me siento sola, sin motivaciones
ni objetivos, que decido cambiar de ambientes para tratar de empezar de nuevo.
He
llegado a mi nueva casa en Santa Fé, CDMX, realmente es muy bonita y tiene una
vista espectacular, espero nunca cansarme de ella, y hablando de cansancio, me
he propuesto abrirme al mundo y acercarme más a la gente, pues comienzo a
comprender que las mudanzas no pueden resolver mis problemas si no soy yo la
que da un paso adelante primero. Ya me han ayudado a bajar los muebles y las
cajas, he decidido dormir y mañana empezar a acomodar y darle mi estilo propio
a esta casa.
Una
vez que me levanto, voy directo a cepillarme los dientes, ya hemos hablado de
rutinas y esta es de las pocas que he podido mantener a lo largo de todas las mudanzas,
es mejor que me siga apegando a él. Antes de ponerle pasta dental a mi cepillo,
quise cambiar el espejo del lavabo, pues el que estaba puesto realmente no iba
con mi estilo y se veía ya un poco viejo, así que intente desmontarlo, sin embargo,
al momento de separarlo de la pared pude ver un ladrillo suelto, antes tapado
por el propio espejo, y siendo muy curiosa desde pequeña decidí investigar si
había algo dentro del espacio que dejaba el ladrillo.
Con
ayuda de unas pinzas, pude sacar un sobre, parecía que lo habían dejado ahí a propósito,
no se si con el fin de conservarlo o de heredarlo a generaciones futuras.
Vi que este sobre tenía dibujado un símbolo hippie, y dado mi gran interés y admiración por este movimiento social, lo abrí inmediatamente encontrando tan solo unos cuantos pedazos de papel con frases, algunas que pude reconocer y otras que me sorprendieron.
Muchas
de las frases las asocié instantáneamente con las letras de algunas de las
canciones de Maná, de Soda Estéreo, El Tri, y Hombres G, pues cabe mencionar
que siempre me ha llamado la atención el rock latinoamericano, sin embargo, el
interés recaía principalmente en los ritmos y las melodías, porque en realidad
nunca me he propuesto analizar e interpretar las letras de las canciones. Las
frases que no logré reconocer tenían una marca al final de la hoja que decía
PGS, la verdad no comprendí lo que esto significaba y me fui directamente a
internet para descifrar su significado. Entre los muchos resultados de la web,
me aparecieron blogs, apps, paginas web y aparatos electrónicos, supongo que no
tiene nada que ver con lo que estoy buscando, pero al final del buscador me
sale un resultado que, por alguna razón, capta mi vista, era la biografía de
Parménides García Saldaña.
Yo había leído a este autor en secundaria, su nombre me era muy familiar, pero no lograba recordar con claridad los temas que trataba en sus obras, por lo que agarre mis nuevos pedazos de papel y sin desayunar fui directo a la biblioteca más cercana. Ahí me encontré con un señor, muy amable por cierto, el cual me orientó y puso a mi disposición todas las obras de Parménides, me senté y comencé a leer. El texto dentro de sus obras literarias era muy explícito, podría llegar a ser obseno para algunas personas, esto me despertó la mente y pude descubrir que había encontrado mi misión, descifrar los secretos detrás del sobre del ladrillo.
El señor de la biblioteca me permitió llevar los libros de Parménides, y después de pasar por un Starbucks me fui directo a mi casa para empezar mi investigación. Tras leer los libros de este autor, y analizar las letras de las canciones de la época pude darme cuenta de el manejo de la libertad de expresión de esos años, pues bien sabemos que durante la segunda mitad del siglo XX los grupos musicales y los jóvenes se dedicaron a desafiar al gobierno y romper con todos los estatutos sociales impuestos anteriormente. La palabra amor ahora era combinada con, o sustituida por la palabra sexo, las drogas y los levantamientos se hacían presentes a través de los textos analizados y esto pudo darme un panorama mucho más grande acerca del contexto en el que fueron lanzadas estas canciones, pero aún me faltaba resolver el misterio del sobre.
Al siguiente día fui a devolver los libros, el señor se encontraba ocupado así que fui a buscar algunos vinilos que tenían de hace años. Revisando entre álbumes de Caifanes, Ramones y Café Tacuba pude sentir que alguien se acercaba a mí, al voltear a ver qué persona era el sobre cayó de mi bolsa, dejando pedazos de papel por todo el pasillo. Alcé la mirada y era el señor de la biblioteca ayudándome a recoger, sin embargo, pude observar que, al ver el contenido del sobre, el señor casi comenzó a llorar, y casi sin poder hablar me pregunto dónde había encontrado eso. Después de explicarle, me miró con una sonrisa y dijo, sabía que alguien lo encontraría.
Quede
impactada, no sabía que estaba sucediendo así que le invite un café para poder
charlar de lo que había pasado. El señor, ya viejo, me confesó que ese sobre lo
hizo en los 70´s, a sus 10 años, apasionado por la corriente de la onda, el
movimiento hippie y el contexto histórico-político de las revueltas sociales
decidió armar una cápsula del tiempo, pues sabía que algún día conseguiría el
permiso de sus padres pars escuchar rock y estudiarlo, sin embargo, dijo, eso
nunca pasó, por lo que me resigné y decidí esperar a que alguien pudiera concluir
con mi trabajo como tu lo has estado haciendo.
Después
de esta plática, me he reunido todos los sábados por la mañana con el señor para
compartir ideas acerca del tema y enriquecernos mutuamente con información del
tema. Ahora sé que he llegado a mi verdadero hogar.
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