La tarea de un periodista

 “El periodismo es y ha sido siempre una de las profesiones más nobles y más hermosas, pero también con grandes responsabilidades” (Fernández, 2002, El Tiempo).

 “Hemos ridiculizado al Gobierno porque siempre satanizó al rock” (Alex Lora, 2020, La república).

Una vez visto y analizado el documental Rompan todo, podemos referirnos al rock latinoamericano, compuesto por cada una de sus canciones e intérpretes, como un periodista del siglo XX. Pero para lograr profundizar en esta relación, es prudente comenzar describiendo la tarea del periodista y sus implicaciones.

Si bien sabemos que la principal responsabilidad de un periodista es comunicar, debemos estar en el entendido que debe hacerlo objetivamente, siempre transmitiendo la verdad, sin embargo, muy pocas veces reflexionamos acerca de las repercusiones o los desafíos, hablando principalmente de los políticos, que un periodista debe encarar al cumplir correctamente con su profesión.

Con el único propósito de transmitir datos verdaderos y objetivos a las audiencias, un periodista está llamado a siempre cuestionar y desafiar al poder, pero sabemos bien que son pocos los que lo hacen, pues la mayoría se escuda o excusa a través de la neutralidad, en muchas ocasiones por miedo, dejando de profundizar en los hechos. Es cierto que el gobierno posee, erróneamente, una carga ideológica de poder sobre la sociedad, y los periodistas, teniendo la intención de <destapar> los hechos y verdades de éste, viven con incertidumbre al no saber con exactitud la manera en la que los mandatarios puedan reaccionar en contra de ellos, de su familia, o de su trabajo.

Por esta y muchas otras razones, es que las empresas periodísticas deben respaldar a sus colaboradores y orientarlos a la profunda búsqueda de la verdad de los hechos, esto amparado en la -no censura- de los contenidos, pues cuando las empresas deciden ocultar información recabada por el periodista, este comprende que su profunda investigación y el riesgo que atravesó al encontrar estos datos no valió de nada, y la empresa le da a entender, equivocadamente, que decir -toda la verdad- a veces no es lo correcto. Por esto, de ser posible, se debe participar en empresas que congenien con los valores y códigos de ética propios del periodista, así habrá un trabajo en equipo mejor adaptado en la que la verdad pueda llegar a oídos de las audiencias.

Habiendo mencionado esto, podemos afirmar que la prensa siempre ha de defender los intereses de las audiencias (el pueblo), y por esta razón, y ejerciendo la libertad de prensa, tiene el derecho de investigar, preguntar y profundizar cuánto sea necesario para poder transmitir hechos verdaderos y fundamentados, así tenga que enfrentar al poder, con el único propósito de informar.

Ahora bien, sabemos que tanto las canciones como los intérpretes del rock latinoamericano causaron mucho impacto en la sociedad, tanto en el pueblo, como en el gobierno. Este género musical respaldaba al pueblo, a las revueltas y movimientos estudiantiles, siendo considerado como una amenaza al gobierno, pues llegaba a cuestionarlo y desafiarlo. A pesar de que en repetidas veces el gobierno tomo acción en contra del rock y trató de censurarlo, la música y los artistas siempre salían a flote, siendo uno con el pueblo.

La revolución musical que surgió a partir de los inicios del rock permitió hablar de verdades, y hasta criticarlas mediante la letra de las canciones, si bien al principio no se encaró al gobierno, la música y las letras fueron lentamente evolucionando hasta convertirse en lo que hoy llamamos rock latinoamericano, fuente y expositor de protesta social en contra de los gobiernos autoritarios y controladores.